Ponoig, por el barranco de Gulapdar

Serra d’Aitana, Pais Valencià
10 de junio de 2010

El Ponoig, junto con el Puig Campana, es una de las últimas estrivaciones de la Sierra de Aitana antes de sumergirse bajo el mar. Gabriel Miró llamó al Ponoig el «León Dormido», debido a que esta montaña, vista desde Polop, aparenta tener la forma del  rey de los felinos mientras descansa -cuestión de imaginación-.  En cualquier caso, el Ponoig, con sus 1182 msnm. se muestra como la gran atalaya que vigila la entrada al Valle de Guadalest.

El Ponoig mostrando su silueta de León Dormido.

El día se ha despertado con lluvia en Benidorm. Dani y Carles llegan desde Alcoi y me dicen que desde la autopista, el Ponoig no tiene pinta de que nos vaya a recibir  con más lluvia. Ciertamente el cielo poco a poco se está desencapotando y se empiezan a ver claros. Decidimos arriesgar y emprendemos la marcha hacia Polop para ver como se desarrolla la mañana.

Bahía de Altea

Ascendemos con el coche por la pista del Barranco de Gulapdar y en un hermoso mirador aparcamos. Dedicamos unos minutos a disfrutar de las increíbles vistas a la costa. La Bahía de Altea queda frente a nosotros, rematada por el Morro del Toix y el Penyal d’Ifach. Tenemos la suerte de encontrar una bonita luz que se cuela entre el juego de nubes altas y bajas.  Junto a nosotros se elevan las enormes paredes del Ponoig y el Sanxet, un paraíso vertical al que vienen a disfrutar escaladores de toda Europa.

Comienza la caminata.

Caminamos entre tierras de labor. Pasamos por una casa en la que  nos sorprenden unos ronquidos, bajo un parral descansa un montañero que ha tenido la suerte de vivaquear en este hermoso valle. Pasamos a apenas unos metros de él, pero el buen señor ni se inmuta… tiene el sueño muy bien cogido.

Un buen lugar para retirarse.

Llegamos a la llamada Casa de Dios, el carril se estrecha. Encontramos abundante manzanilla con su color amarillo tan característico, vamos dejando atrás frutales y nos vamos adentrando en la montaña más «salvaje».

La ruta nos está sorprendiendo de la forma más grata, parece mentira que Benidrom quede tan cerca y aquí nos sintamos totalmente apartados de la civilización.

Guardallop , Gordolobo.

Alcanzamos la Coveta de la Moscarda y de ahí en un salto nos plantamos en el famoso Coll del Llamp. Nos asomamos a la cara opuesta del Ponoig y descubrimos de nuevo el mar. Contemplamos el dantesco espectáculo de la ladera del Puig Campana totalmente arrasada por el incendio del año pasado. Vemos a la perfección como con esta comarca se han cebado  los dos cánceres de las montañas valencianas: El urbanismo salvaje y los incendios.

Serra Gelada desde el Coll del Llamp

Atacamos definitivamente la cumbre recorriendo los últimos metros de sendero. Llegamos al pico. Tenemos unas vistas de lujo, nos sentamos y hacemos un recorrido visual a todo lo que nos rodea. Destaca sin duda la presencia del Puig Campana y del mar Mediterráneo. La Sierra de Bèrnia y Aitana son otros dos protagonistas indiscutibles.

Puig Campana desde el Ponoig.

Al final no a llovido, es más, las nubes se han ido abriendo y moldeando de forma que son el complemento perfecto para nuestras fotografías.

Como vamos bien de tiempo, optamos por dar un corto paseo por los alrededores de la cumbre.

Carles disfrutando del momento como pocos los saben hacer.

Tristemente debemos regresar. Lo hacemos ya más relajados, charlando tranquilamente, comentando lo pequeña que se veía desde aquí arriba aquella Serra Gelada que ayer mismo habíamos recorrido de extremo a extremo. Comentando lo divertido que ha sido volver a caminar los tres juntos dos días seguidos… como en los viejos tiempos. Echamos a faltar al cuarto jinete de las antiguas andadas, falta Oscar, esa enciclopedia viva que parece que últimamente prefiere descansar en el sofá -eso si, siempre con un buen libro entre manos-.

Dani de bajada. A la izquierda el Sanxet.

Llegamos al fin de la ruta. El Ponoig a cumplido  con nuestras expectativas, diría incluso que las ha superado con creces. Queda pendiente volver de nuevo por esta zona para ascender al hermano pequeño del Ponoig: El Sanxet. Pero eso ya será otro día.

Jugando con el enfoque de mi nueva Nikon D5000

fotos

text en valencià

El Ponoig, juntament amb el Puig Campana, és una de les últimes estribacions de la Serra d’Aitana abans de submergir-se sota el mar. Gabriel Miró va anomenar al Ponoig el «Lleó adormit», pel fet que aquesta muntanya, vista des Polop, aparenta tenir la forma del rei dels felins mentre descansa-qüestió d’imaginació-. En qualsevol cas, el Ponoig, amb els seus 1182 msnm. es mostra com la gran talaia que vigila l’entrada a la Vall de Guadalest.

El dia s’ha despertat amb pluja a Benidorm. Dani i Carles arriben des d’Alcoi i em diuen que des de l’autopista, el Ponoig no té pinta de que ens vaja a rebre amb més pluja. Certament el cel poc a poc s’està obrint i es comencen a veure clars. Decidim  arriscar i emprenem la marxa cap a Polop per veure com es desenvolupa matí.

Caminem entre terres de conreu. Passem per una casa on ens sorprenen uns roncs, sota un parral descansa un muntanyenc que ha tingut la sort de bivaqueixar en aquest bonic vall. Passem a tot just uns metres d’ell, però el bon senyor ni s’immuta … té el somni molt bé agafat.

Arribem a l’anomenada Casa de Déu, el carril s’estreny. Trobem abundant camamilla amb el seu color groc tan característic, anem deixant enrere fruiters i ens anem endinsant a la muntanya més «salvatge».

La ruta ens està sorprenent de la forma més agradable, sembla mentida que Benidrom quede tan a prop i aquí ens sentim totalment apartats de la civilització.

Arribem la Coveta de la Moscarda i d’ací a un salt ens plantem en el famós Coll del Llamp. Traiem el cap a la cara oposada del Ponoig i descobrim de nou al mar. Contemplem el dantesc espectacle de la vessant del Puig Campana totalment arrasada per l’incendi de l’any passat.Veiem a la perfecció com amb aquesta comarca s’han acarnissat els dos càncers de les muntanyes valencianes: L’urbanisme salvatge i els incendis.

Ataquem definitivament la cimera recorrent els darrers metres de sender. Arribem al pic. Tenim unes vistes de luxe, ens asseiem i fem un recorregut visual a tot el que ens envolta. Destaca sens dubte la presència del Puig Campana i del mar Mediterrani. La Serra de Bèrnia i Aitana són dos protagonistes indiscutibles.

Al final no a plogut, és més, els núvols s’han anat obrint i modelant de manera que són el complement perfecte per a les nostres fotografies.

Com anem bé de temps, optem per donar un curt passeig pels voltants de la cimera.

Tristament hem de tornar. Ho fem ja més relaxats, xerrant tranquil lament, comentant el petita que es veia des d’aquí dalt aquella Serra Gelada que ahir mateix havíem recorregut d’extrem a extrem. Comentant el divertit que ha estat tornar a caminar els tres junts dos dies seguits … com en els vells temps. Trobem a faltar al quart genet de les antigues caminades, manca Oscar, aquesta enciclopèdia viva que sembla que últimament prefereix descansar al sofà -això sí, sempre amb un bon llibre entre mans-.

Arribem al final de la ruta. El Ponoig a complert amb les nostres expectatives, diria fins i tot que les ha superat amb escreix. Queda pendent tornar de nou per aquesta zona per ascendir al germà petit del Ponoig: El Sanxet. Però això ja serà un altre dia.

7 comentarios

  1. 26 julio, 2010
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    Bravo! Algunas fotos son realmente alucinantes, te felicito. La verdad es que las nubes se portaron de lujo. Por cierto, qué lente usas con la D5000? Polarizador?

    He subido al Ponoig desde Finestrat y por Gulapdar, siendo esta última la que más me sorprendió, quizás también porque iba solo. Subiendo desde abajo, es también una ruta exigente. Hace ya mucho que no voy por allí, tengo pendiente la senda nueva que abrieron en la cara sur, la vuelta por el Barranc del Salt, etc, etc… ¿Me avisarás cuando vayas al Sanxet? 🙂

    Saludos!

    • 28 julio, 2010
      Responder

      Hola Fer… que tal?… Me alegra verte por aquí. Te cuento, el objetivo que utilizo es el que venia con el kit de la cámara, un AF-S Nikkor 18-55. La verdad es que no va mal. Pero evidentemente con el tiempo tendré que ir ampliando. En cualquier caso, todavía no tengo claro si seguir utilizando esta cámara en la montaña, sigo echando de menos a mi vieja Lumix FZ-50 en muchas ocasiones.

      El Ponoig es una maravilla… las vistas desde arriba son fantásticas. Y si, te avisaré cuando suba al Sanxet, pero seguro eso todavía tardará. Casi mejor te aviso para alguna salida previa, que tengo otras muchas pendientes.

      saludos

    • 28 julio, 2010
      Responder

      asppsss…. lo olvidaba. En algunos casos si uso polarizador…
      saludos

  2. Andrés
    28 julio, 2010
    Responder

    Bonita ruta Jordi, no conozco aquellas sierras pero conozco la zona lo suficiente como para pensar que incendios y urbanismo son demasiadas veces dos síntomás de un mismo cáncer…

    • 28 julio, 2010
      Responder

      Esa vinculación que tu comentas es algo por desgracia bastante evidente. Oficialmente este incendio fue provocado por una torre de alta tensión. En el siguiente enlace el amigo Fer recopila y nos cuenta su reflexión al respecto de lo que pudo pasar aquella noche.
      http://www.linkalicante.com/gato-encerrado-incendio-puig-campana/

      Por otra parte en otras ocasiones los incendios han sido muy rentables para algunas empresas e «individuos» como en el caso del incendio de la Sierra Cortina de Benidorm… hoy en ese suelo se asienta el parque temático Terra Mítica y el descomunal pelotazo ubanístico que lo rodea. Mas información aquí:
      http://www.alicantevivo.org/2007/07/nuestra-provincia-en-el-recuerdo-el_18.html

      En el 94 un gran incendio arrasó media Sierra de Mariola, curiosamente una empresa pretendía construir un gaseoducto cruzando la sierra, pero colectivos varios y la administración se negaba dado el alto valor ecológico de la zona en la que querían actuar.

      Y como estas…. te puedo contar mil historias en esta tierra de pelotazos para unos pocos y desgracias para el resto.

  3. 1 agosto, 2010
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    Y otra más 🙂

    Te deben quedar pocas ya para cerrar el plan previsto… ¿verdad?

    BUenas imágenes del cielo… pese a ser verano le estás sabiendo sacar partido.

    Un abrazote Jordi.

    • 1 agosto, 2010
      Responder

      Bueno, todavía me queudan así como una treintena… pero no pasa nada, sarna con gusto no pica!

      un abrazo

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