24 de enero de 2010
Serra de Mariola, Pais Valencià, Spain
En un principio lo planeado era ir con Carles a la Vall de Laguar para caminar por un antiguo camino morisco. Por desgracia, el mal tiempo nos hace desistir de esa idea y optamos por quedarnos en Alcoi y hacer una ruta menos ambiciosa. Sería absurdo hacer 70 kilómetros de carretera de montaña para después no poder hacer la caminata prevista. Los 6500 escalones del camino morisco de la Vall de Laguar deberán esperar.
Tras dudarlo un poco a primera hora, finalmente quedamos en casa de Carles para subir al Castellar. Esta noche ha llovido, las calles siguen mojadas y las niebla cubre la cresta del Castellar. Todas estas no son razones para que desistamos.
Definitivamente ponemos rumbo al barrio de Batoi. En cuanto dejamos las últimas calles nos adentramos en el pinar de la parte baja del Castellar. Nos introducimos en la niebla. Me encantan estos días para ir a la sierra.
Poco a poco nos vamos acercando a los pies de la imponente cresta del Castellar. Esa misma cresta que veía todos los días desde la terraza de la que fue mi casa durante casi 20 años.
Carles me cuenta historias de esta parte de la Mariola. Justo aquí, en la parte alta de esta pequeña montaña se encontraba el antiguo poblado de Alquy, de época musulmana que bien pudo ser el origen del actual Alcoi. El poblado y su fortaleza estuvieron habitados hasta entrado el siglo XIII. Se cree que se destruyeron coincidiendo con con las revueltas de Al-Azraq.
Carles me va mostrando pequeños vestigios escondidos testigos de que esta zona estuvo habitada.
La subida se pone radical. Con el esfuerzo y la terrible humedad empezamos a sudar la gota gorda. Afortunadamente el ascenso es exigente pero no muy largo, finalmente llegamos a la parte alta de la cresta.
Tenemos suerte y la niebla se levanta. A nuestros pies Alcoi. A nuestra espalda la sierra de Mariola. Frente a nosotros la sierra del Menejador, la Font Roja. Contemplamos los puentes de la vía verde y las casas del Salt. Las nubes bajas nos impiden ver la Serreta y demás montañas de la zona.
A vista de pájaro hacemos un repaso a las masías de la zona. Recorro con la vista el itinerario que había seguido un día antes con mis amigos murcianos. Charlando, charlando, Carles me propone bajar por la vertiente contraria del Castellar. Asegura saber de la existencia de un camino muy bonito por el que bajar hasta las casas del Salt. Yo confiado acepto el reto y le sigo. Parece que esa senda no acaba de aparecer. Carles dice que sí, que ya la ve… que no hace mucho subió por ella, no tiene que andar muy lejos. Bajando y bajando nos embarrancamos. Miro para arriba y me tienta volver a subir y pasar de tanta piedra suelta y tanto de desnivel de bajada.
Salto tras salto acabamos llegando al Salt. Se pone a llover. Llegados a este punto lo lógico e inteligente hubiera sido volver a casa rápidamente por la senda del Salt, pero como hay ganas de sierra y poco nos importa mojarnos decidimos ir en búsqueda del castillo de Barxell. Por si fuera poco Carles me propone ir hasta el castillo por una senda que no conozco. Parece que nuestra pequeña excursión al Castellar se va a alargar y ocupará toda la mañana del domingo.
Entre pinos llegamos a un hermoso mirador al valle de Polop, el castillo preside con elegancia nuestras vistas. La fortaleza data de principios del siglo XIII y daba refugio en su tiempo a las familias mudéjares que habitaban las partidas de Barxell y Xirillent. Cuando perdió su función defensiva pasó a funcionar como masía (Mas del Castell). Con el tiempo también dejó de funcionar como masía y quedó en el abandono hasta nuestros días. Tristemente desde hace años el castillo ha pasado de mano en mano en una sucesión de operaciones especulativas. Ninguno de los dueños ha hecho nada por consolidarlo a pesar de estar obligados al estar declarado como Bien de Interés Cultural. Tampoco la Administración ha movido un dedo por el castillo. Tal vez esta pequeña joya no aguante muchos más temporales de agua y nieve y pronto pase a ser un recuerdo para los alcoyanos. Después vendrán las lamentaciones… tiempo al tiempo.
Una vez llegamos a la masía de Barxell enfilamos el GR-7 en sentido sur. Al final curiosamente después de muchos años sin pasar por els Canalons los voy a visitar dos días consecutivos. Creo que va a ser la primera vez que cruzo este paraje en este sentido, siempre lo había hecho en dirección Font Roja.
La lluvia arrecia, comenzamos a empaparnos y la cámara de fotos sufre las consecuencias de la brutal humedad. Se me empaña el objetivo. La roca mojada se torna resbaladiza y traicionera. Llegamos a las cadenas… las cruzamos con sumo cuidado, es facilísimo resbalar.
Entre patinazos acabamos llegando al Racó de Sant Bonaventura. Para rematar la jornada volvemos a Alcoi por la senda. Nos ponemos de barro hasta las orejas. Sigue lloviendo. Que bien lo estamos pasando!!. Llegamos a Alcoi. Una ducha rápida. Comida. 385 km. de carretera hasta Linares.
Vaya fin de semana redondo que te salió eh Jordi 🙂
Estupenda documentación de tu tierra con esas historias que jamás deben olvidarse. Además, me gusta el tono reivindicativo del texto: parece que no pero estas proclamas, al igual que la lluvia que te empapó, al final acaban calando.
Un abrazo… y por cierto ¿este Carles era el que se iba a venir el sábado? Jejeje…
La verdad es que si… el sábado salió redondo y el domingo estuvo bien teniendo en cuenta el mal tiempo.
En cuanto a lo del tono reivindicativo es lo que te comenté el día de antes… como no seamos nosotros mismos los que defendamos lo nuestro casi seguro que no lo va a hacer nadie. En cada territorio existen problemas distintos. En el caso de Valencia el mayor es la especulación, que devora territorio y paisajes con total colaboración de la Administración.
Por otra parte si, este tal Carles es el que se tenía que haber venido el sábado. El tío decía que no venia porque no estaba fuerte como para subir hasta el Menejador… y el muy marikita el domingo me hizo un ascenso y descenso montañero al Castellar que había que verlo… parecía una cabrilla saltando de piedra en piedra… me llevaba ahogado el tío!!
Si, si soy yo ese Carles. Jordi tot un artiste.
home carles que alegria tu per açi i damunt comentant!!…
Va estar xula la ruta… i tu sense motxila eehh
salutacions!
Jordi, con tus escapadas a tu tierra, vas a conseguir que nos pique el gusanillo y cualquier fin de semana que podamos peguemos un salto para allá, que de nosotros no te extrañe, si no fuera por mi curro ja ja.
Los días de niebla me encantan para disfrutar de la sierra, siempre que nos deje una ventana de vez en cuando para poder ver el paisaje aunque sea de una forma tímida.
Un abrazo
Bueno bueno… todo es buscar algún puentecito o periodo vacacional para hacer esa escapadita. Ya sabes que si llegara el caso estaría encantado de haceros de guía.
Sin duda coincido contigo… ese aire de misterio y tranquilidad que da la niebla a la montaña a mi también me cautiva
un abrazoo!!