Vall de Laguar. Barranc de l’Infern

Vall de Laguar, Pais Valencià
1 de mayo de 2010

La Vall de Laguar es un valle que se abre hacia el mar que se compone principalmente de tres núcleos habitados: Campell, Fleix y Benimaurell. El valle, flanqueado por la Serra del Cavall Verd y la Serra del Migdia, lo forma el rio Ebo o Girona en su transcurrir camino de la mar. El tramo más cerrado y violento del valle es el denominado Barranc de l’Infern.

La Vall de Laguar fue el último reducto de moriscos valencianos antes de su expulsión en 1609. Se estima que se desterró al noventa por cien de los pobladores de estas tierras, lo que da una idea de la  importancia histórica y de la influencia árabe en las montañas del norte de Alicante.

Desde Fleix y Benimaurell existe una red de antiguos caminos de herradura que nos permite acercarnos a los viejos poblados de les Juevees que quedan a la otra parte del barranco.

Señalización PR-CV-147

Hacía años que no caminábamos juntos Dani y yo, siempre es un placer volver a pisar montaña con los viejos amigos. Llegamos a Fleix en coche con muchas ganas de caminar. Todavía no hemos aparcado y comienza a llover. Nos tememos lo peor, puesto que estamos en la zona con mayor pluviosidad de todo el País Valenciano. Esperamos un poco hasta que el astro rey empuja lo suficiente como para que deje de llover.

Font Grossa

Con olor a tierra mojada caminamos hasta la Font Grossa, donde paramos para echar un vistazo al lavadero. Enseguida enfilamos la senda de herradura que escalón tras escalón lleva camino del cauce del río Ebo. En total dicen que serán 6.873 escalones los que subamos o bajemos durante nuestro recorrido de hoy.

Los primeros escalones.

Cruzamos el Forat y el cauce seco del barranc del Salt. Atravesamos el agujero en la roca que nos facilita la bajada y continuidad por esta maravilla de sendero. Alucinamos con la vista de esta impresionante obra de ingeniería realizada por nuestros antepasados.  Finalmente llegamos al pedregoso cauce del rio Ebo. Seco, sin una gota de agua muy lejos de ese río  peligroso en el que se torna  en caso de tormenta o gota fría.

Cruzando el Forat
Camino de bajada al Barranc de l’Infern desde el Forat

Aprovechando esa sequedad del cauce nos acercamos río abajo hasta el estrecho de Isbert, donde descubrimos ese muro esteril de hormigón que es la fracasada presa de Isbert. No hay duda de que teóricamente era un sitio inmejorable para emplazar una presa, pero les faltó un estudio geotécnico riguroso del subsuelo. Tal como ya  vaticinaba Cavanilles en el siglo XVIII, el agua embalsada se filtra por el subsuelo y la presa no sirve para nada. En cualquier caso el estrecho es un lugar impresionante que merece la pena visitar.

Estret d’Isbert

Volvemos por donde habíamos venido y buscamos de nuevo nuestras queridas escaleras. Seguimos zigzagueando por un paisaje humanizado pero abandonado. Llaman la atención las terrazas para el cultivo. Sorpende encontrar al pie del camino una joven parra con sus incipientes racimos de uva.

Parral a pié de camino

La senda sube con fuerza, el sol aprieta y además hay mucha humedad en el ambiente debido a la proximidad del mar. Llegamos al Pou de Juvea, un pozo de agua del que gracias a una pequeña bomba manual podemos beber de sus frescas aguas. Es un buen lugar para recuperar fuerzas pero en esta ocasión nosotros preferimos pasar de largo.

Pou de Juvea

Llegamos a les Juvees d’Enmig. Un viejo grupo de casas que poco a poco se están recuperando. Antaño aquí existía una colonia hippie. Por lo que vemos en la decoración exterior de algunas casas algo queda de aquel espíritu.

Me doy cuenta de que hemos escogido una época excelente para hacer este camino. Las flores nos rodean durante todo el trayecto, dando un toque de color a nuestro caminar.

La Primavera se muestra en su máximo esplendor.

Nos desviamos por unos campos de almendros. Volvemos a nuestra senda de herradura. Ahora descendemos de nuevo hacia el barranco.  Llegamos a la font de Reinós, que brota con un buen caudal. Un poco más abajo  de la fuente decidimos hacer una parada para comer. Escogemos un lugar algo apartado del camino y nos comemos los bocatas.

Bajando a la Font de Reinós.
Barranc de l’Infern

Cuando ya estamos con los postres vemos asomar tras la sierra del Cavall Verd unos negros nubarrones. A los cinco minutos el primer relámpago con su correspondiente trueno. No hay tiempo para tertulias de «sobremesa». Hay que bajar rápido para cruzar el barranco antes de que comience a llover. Es justo cuando estamos en el cauce cuando caen las primeras gotas.

El cielo se desploma

Volvemos a subir. El agua aprieta, se multiplican los truenos y relámpagos. Sacamos los impermeables y pongo a cobijo la cámara de fotos. Comienza a soplar el viento con mucha violencia. Ahora hace frío. Es increíble como han cambiado las condiciones en sólo quince minutos. Adelantamos a gente con niños que no llevan impermeable. Por sus caritas deducimos que lo  están pasando bastante mal. Justo a la altura de les Juvees de d’Alt cae granizo y el viento es huracanado. Definitivamente estamos en al Barranco del Infierno.

Saliendo del Infierno

Nuestra senda se convierte en un río por el que discurre el agua que sigue cayendo con fuerza. Volvemos a bajar para sortear otro barranco. Nos está impresionando esta demostración de fuerza de la naturaleza que, a pesar de su virulencia queda muy lejos de los brutales temporales de gota fría que tantas desgracias a causado en esta tierra.

Belleza mojada

Ascendemos revuelta tras revuelta. El temporal amaina y nos da un breve respiro que aprovecho para hacer alguna foto con más tranquilidad. Llegamos a la Font dels Olbis. Seguimos caminando hasta  Benimaurell donde encontramos otro lavadero. Sigue lloviendo pero no nos importa, queda poco para llegar al coche y además, con la lluvia  los colores del paisaje son distintos. Realmente somos unos privilegiados.

Lavadero de Benimaurell

Algunos enlaces interesantes a tener en cuenta:

– La ruta en el blog de Fernando Prieto: LinkAlicante

La masacre del Cavall Verd, en El País

fotos

text en valencià

La Vall de Laguar és una vall oberta al mar que es compon principalment de tres nuclis habitats: Campell, Fleix i Benimaurell. La vall, flanquejat per la Serra del Cavall Verd i la Serra Grossa, el forma el riu Ebo o Girona en el seu transcórrer camí de la mar. El tram més tancat i violent de la vall és l’anomenat Barranc de l’Infern.

La Vall de Laguar va ser l’últim reducte de moriscos valencians abans de la seva expulsió el 1609. S’estima que es va desterrar al noranta per cent dels pobladors d’aquestes terres, el que dóna una idea de la importància històrica i de la influència àrab en les muntanyes del nord d’Alacant.

Des de Fleix i Benimaurell hi ha una xarxa d’antics camins de ferradura que ens permet acostar-nos als vells poblats de les  Juvees que queden a l’altra part del barranc.

Feia anys que no caminàvem junts Dani i jo, sempre és un plaer tornar a trepitjar muntanya amb els vells amics. Arribem a Fleix en cotxe amb moltes ganes de caminar. Encara no hem aparcat i comença a ploure. Ens temem el pitjor, ja que som a la zona amb major pluviositat de tot el País Valencià. Esperem una mica fins que l’astre rei empeny prou com perquè deixe de ploure.

Amb olor de terra mullada caminem fins la Font Grossa, on parem per fer una ullada al safareig. De seguida enfilem el camí de ferradura que graó després graó porta camí de la llera del riu Ebo. En total diuen que seran 6.873 esglaons els que pugem o baixem durant el nostre recorregut d’avui.

Creuem el Forat i el llit sec del barranc del Salt. Travessem el forat a la roca que ens facilita la baixada i continuïtat per aquesta meravella de sender. Al.lucinem amb la vista d’aquesta impressionant obra d’enginyeria realitzada pels nostres avantpassats. Finalment arribem al pedregós llit del riu Ebo. Sec, sense una gota d’aigua molt lluny d’aquest riu perillós en el qual es torna en cas de tempesta o gota freda.

Aprofitant aquesta sequedat de la llera ens acostem riu avall fins a l’estret d’Isbert, on descobrim el mur estèril de formigó que és la fracassada presa d’Isbert. No hi ha dubte que teòricament era un lloc immillorable per citar una presa, però els va faltar un estudi geotècnic rigorós del subsòl. Tal com ja vaticinava Cavanilles al segle XVIII, l’aigua embassada es filtra pel subsòl i la presa no serveix per a res. En qualsevol cas l’estret és un lloc impressionant que val la pena visitar.

Tornem per on havíem vingut i busquem de nou les nostres estimades escales. Seguim zigzaguejant per un paisatge humanitzat però abandonat. Criden l’atenció les terrasses per al cultiu. Sorpendre trobar al peu del camí una jove parra amb els seus incipients raïms de raïm.

La senda puja amb força, fa calor i a més hi ha molta humitat en l’ambient a causa de la proximitat del mar. Arribem al Pou de Juvea, un pou d’aigua del que gràcies a una petita bomba manual podem beure de les seves fresques aigües. És un bon lloc per recuperar forces però en aquesta ocasió nosaltres preferim passar de llarg.

Arribem a les Juvees d’Enmig. Un vell grup de cases que a poc a poc s’estan recuperant. Antany aquí hi havia una colònia hippy. Pel que veiem en la decoració exterior d’algunes cases alguna cosa queda d’aquell esperit.

M’adone que hem escollit una època excel lent per fer aquest camí. Les flors ens envolten durant tot el trajecte, donant un toc de color al nostre caminar.

Ens desviem per uns camps d’ametllers. Tornem a la nostra camí de ferradura. Ara descendim de nou cap al barranc. Arribem a la font de Reinós, que brolla amb un bon cabal. Una mica més avall de la font decidim  fer una parada per menjar. Escollim un lloc una mica apartat del camí i ens mengem els entrepans.

Quan ja estem amb les postres veiem treure després de la serra del Cavall Verd uns negres núvols. Als cinc minuts el primer llamp amb el seu corresponent tro. No hi ha temps per tertúlies de «sobretaula». Cal baixar ràpid per creuar el barranc abans que comenci a ploure. És just quan estem en el llit quan cauen les primeres gotes.

Tornem a pujar. L’aigua prem, es multipliquen els trons i llamps. Traiem els impermeables i pose a recer la càmera de fotos. Comença a bufar el vent amb molta violència. Ara fa fred. És increïble com han canviat les condicions en només quinze minuts. Avancem a gent amb nens que no porten impermeable. Per les seves caretes deduïm que ho estan passant bastant malament. Just a l’altura de les Juvees de d’Alt cau pedra i el vent és huracanat. Definitivament estem en al barranc de l’Infern.

La nostra senda es converteix en un riu pel qual discorre l’aigua que segueix caient amb força. Tornem a baixar per esquivar un altre barranc. Ens està impressionant aquesta demostració de força de la natura que, malgrat la seva virulència queda molt lluny dels brutals temporals de gota freda que tantes desgràcies a causat en aquesta terra.

Ascendim revolta després revolta. El temporal amaina i ens dóna un breu respir que aprofite per fer alguna foto amb més tranquil.litat. Arribem a la Font dels Olbis. Seguim caminant fins Benimaurell on trobem un altre safareig. Segueix plovent però no ens importa, queda poc per arribar al cotxe i a més, amb la pluja els colors del paisatge són diferents. Realment som uns privilegiats.

10 comentarios

  1. 24 mayo, 2010
    Responder

    Hola Jordi.
    La ruta hace honor a su nombre, no os privo de nada, se ofreció en todos los sentidos para que la disfrutarais plenamente. Las fotografías dan fe de la belleza del lugar y esas escaleras como el barranco son impresionantes.
    Las fotografías, intuyo que son con tu nueva adquisición.
    Un aludo.

  2. escanyavelles
    25 mayo, 2010
    Responder

    Estic content de retrobar a Dani, el que no entenc es com has tingut el valor de fer la ruta darrere d’ell, no t’ha caigut cap pedra al damunt?

    Au noi!!

  3. 25 mayo, 2010
    Responder

    No Paco… esta ruta la hice hace un mes, cuando todavía no tenía la nueva cámara. Sinceramente la vieja me daba muy buenos resultados en campo abierto y con buena luz, posiblemente sea la que siga llevando a la sierra.

    Muchas gracias por pasarte por aquí… saludos!!

  4. 25 mayo, 2010
    Responder

    Si esta viu si… eixe dia es va portar be, vam quedar i va tindre el detall d’aparaeixer i tot… jejejje

  5. MANOLO
    7 junio, 2010
    Responder

    Magnifica ruta, magnifico relato y magníficas fotos.
    Tengo una pregunta ¿se puede hacer sólo ésta ruta o es «peligrosa»?

    Gracias.

  6. Daniel
    11 junio, 2010
    Responder

    Hi ha qui es pensa que viu a Matrix i pot aturar/esquivar les bales/pedres.

    Espectacular la ruta, amb bona companyia i un temps a l’alçada de les circunstàncies.

  7. Daniel
    11 junio, 2010
    Responder

    Peligro ninguno, quizás la única «pega» son los famosos escalones que pueden tocar un poco las narices por aquello de pisar sobre piedra ininterrumpidamente.

    Me imagino también que ahora que se aproxima el verano, aquello se puede convertir en un horno un dia normal, puede ser recomendable madrugar un poco.

  8. 12 junio, 2010
    Responder

    Hola Manolo, esa ruta se puede hacer sólo perfectamente. Sólo es peligrosa en periodos de gota fría o después de una fortísima tormenta y exclusivamente a la hora de cruzar los barrancos.
    Así que mucho ánimo con esa ruta… espero que cuando la hagas me digas tu opinión sobre ella.

    saludos

  9. raquel
    1 diciembre, 2011
    Responder

    hola me gustaria que me informarais de cuantos kilometros tiene esta ruta y cuanto tardasteis en hacerla? las fotos son preciosas, muchas gracias. raquel.

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